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Loca, era tan loca que iba cantando por la calle y se reía de todos. Esta loca no conocía el miedo… ni la vergüenza. Se le inflaba la panza para reírse de la inválida, lloraba por las carcajadas que le causaba el ciego. Loca.
Estaba tan loca que nadie la entendía cuando se pasaba horas al frente de la panadería hablando y hablando. Con ella misma. Gritaba y se retaba, lloraba y se perdonaba. No conocía el rencor. Loca. Pero tranparente.
Sus hijos se avergonzaban cuando la veían correr arriba de los techos y gritar groserías a los vecinos. Era obscena. Para ella las cosas se llaman por su nombre. El gorreado es un boludo, la trola es una puta y el sexo es coger. O cogerse. Eso les gritaba a los vecinos. Que loca estaba. Era sincera.
Así la amaba yo: tranparente, sincera y risueña. Loca. Yo la amaba cuando era loca. Cuando hacía lo que sentía. Amaba mirarla por la ventana y escucharla gritar a través de las paredes. Amaba olerla llena de meada.
Ella logró hacerme sentir diferente. Ya no soy uno más.
Yo pude verla. Ella era diferente.
Ya no sé si la amo. Yo la amaba loca.
Ahora es igual a las demás.
Mujer.
Ta bueno che!! Acaso es el principio de una autobiografía?... juaz... Ni sagaz ni agudo el comentario... q me esta pasando?...
ResponderEliminar"ahora encima tenés que limpiar mi meada".
ResponderEliminarTe Felicito bombón, me gustó mucho lo que escribiste. Te Quiero mucho. Seguí con esto que yo te banco a morir !!.
Distinto, original, inteligente, peppineante, Muy vos!
ResponderEliminarDale para delante amiga, este es tu lugar, aprovechalo al máximo! Te quierooo
Muy bueno Vale. ¡Arriba con esto!
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